viernes, 26 de octubre de 2012

Puntos de vista

Un proverbio africano dice: "Hasta que los leones no tengan sus propios narradores, las historias de cacerías de leones siempre glorificaran al cazador".









martes, 11 de septiembre de 2012

CONOCER EL FUTURO

El libro del que quiero hablaros hoy se llama The Book of Crows, El libro de los cuervos, aunque en inglés crow es más genérico y engloba a urracas, cuervos, grajos... , raven seria el termino específico para cuervo. Pero yo no soy traductora, así que tampoco me voy a meter en esas cuestiones.


The Book of Crows no está traducido al castellano, al menos de momento, y es una pena porque tiene todos los ingredientes para conquistar a un montón de lectores. El autor es Sam Meekings y esta es su segunda novela.

El protagonista del libro es, sin lugar a dudas, el famoso libro de lo cuervos, que se supone fue escrito hace mucho, mucho tiempo y que recoge con pelos y señales el futuro de los hombres. No solo los grandes acontecimientos, sino también los pequeños, sí, sí, también las vidas ordinarias de cada uno de nosotros.

A través de distintas historias ambientadas en diferentes épocas y con China como fondo, vamos viendo cómo el libro de los cuervos: su búsqueda, la obsesión por poseerlo o el deseo de eliminarlo marca a todos los personajes de la novela. No es una narración lineal, sino construida como un puzzle, dejando al lector que lo vaya completando a medida que lee. Incluso cada una de las pequeñas historias encajadas en distintos periodos históricos dialogan entre ellas, aportando algo a la idea general, y desvelándose así mismas poco a poco.

Conocer el futuro nos atrae. ¿Por qué? En la novela hay personajes que consideran que conocer el futuro te da ventaja respecto a tu enemigo y te ayuda a controlar el poder. Así piensan distintos emperadores que envían emisarios por toda China para encontrar el enigmático libro.

Para otros, la idea de un futuro prefijado es liberador. Ya sea porque encuentran valor para hacer cosas que de otro modo no harían - considerando que el éxito o el fracaso no va a depender de ellos- , o bajo la perspectiva de que conociendo los males que acontecerán encontraremos también la sabiduría para cambiarlos.

En la mayoría de los casos todos los personajes que se cruzan con el libro acaban muy mal parados. ¿Una suerte de castigo? Tal vez es una advertencia de que el futuro no es controlable...;o tal vez viene a decirnos que la vida solo es posible viviéndola en presente continuo.

Me gusta esto:

"The book teaches us one lesson. Do not give up today for tomorrow. Prize the moments you have, keep them safe, make them last. The crows sent us a warming. The book is a curse"

"El libro nos enseña una lección. No renuncies al hoy por el mañana. Valora los momentos que tienes, guardalos bien, hazlos durar. Los cuervos nos enviaron una advertencia. El libro es una maldición".

The book of crows está lleno de intrigas muy diferentes entre sí y bastante bien llevadas, pero además tiene el encanto dar con un tema transversal que está por encima de ellas y las unifica. Muy interesante.

viernes, 24 de agosto de 2012

El poder de las historias


El miércoles pasado tuvimos una de esas sesiones de cuentos mágicas.

The Annex Residency Programme, vinculado a la National Gallery, tiene como residente este mes a un artista español, Emilio Moreno, y nos invitaron a contar en su espacio.

A Jose y a mí se nos ocurrió montar una sesión con las "historias" como protagonistas, meta cuentos que hablan de la narración y de los narradores. Luego hicimos un diálogo abierto donde la gente hiciera preguntas, comentarios, o compartiera algún cuento. Fue algo realmente fascinante.

La gente se sentó en círculo y encendimos el fuego; el de las velas y el de la palabra.



La necesidad de contar está en nosotros, no ya como una segunda piel, sino como la esencia misma del ser húmano. No se puede vivir sin ellas. Ellas son las que nos unen por encima de cualquier diferencia, nos hacen soñar y nos devuelven a la realidad del mundo un poco menos mezquinos.

Algo tan simple como la palabra nos mantiene juntos, en el presente, en la escucha, y al mismo tiempo nos permite volar a territorios inexplorados, que nos atrapan.

El que narra es un mediador, es la historia la que cobra vida, la que hace el evento extraordinario. Es la historia la que transforma el momento.

El poder de la historia es contagioso, es palpable, lo ves en las púpilas dilatadas, en los ojos brillantes, en la sonrisa esbozada, en el gesto entregado. No hay nada comparable a ese momento en el que todo, absolutamente todo, es posible.

Once upon a time... is NOW.

Érase una vez... es AHORA.

Y la gente comparte su entusiasmo, sus intereses, su sorpresa, ¿es tan difícil escucharse? ¡No! Pero se está convirtiendo en algo tan raro que nos sorprende. Eso sí, una vez que descubrimos que la palabra toca, físicamente, no solo metafóricamente, ya somos seres distintos; un poco mejores, espero.


lunes, 21 de mayo de 2012

Una lectora nada común


The uncommun reader de Alan Bennett, publicado en España con el título de Una lectora nada común por la editorial Anagrama, es uno de esos libros que se convierten en joyas sobre el placer y el vicio de la literatura.

La trama no puede ser más provocadora: ¿Qué pasaría si a la reina Isabel II de Inglaterra le diese ahora por leer y no parar?

La novela, que es muy cortita, relata cómo la afición de la lectura cambia al lector.

El gusto literario se hace y va cambiando a medida que te ejercitas en él. Abre la puerta a otros mundos y ayuda a ponerse en el lugar de otro. Si te gusta leer en silencio, te planteas leer en voz alta, hablar de libros con otras personas y hacer de tu vicio secreto un placer compartido.

Pero la lectura es un "no hacer". ¿Qué relación tiene con la escritura, que sería "hacer"? Eso lo deja para el final de la novela, que me parece genial.

La ficcion que plantea Alan Bennett es tan divertida y mordaz como imaginarse a la reina de Inglaterra sorprendiéndose a sí misma de ponerse en el lugar de su criada; recomendarle libros al Primer Ministro (que no es que lea mucho) o escondiendo el libro por debajo de la ventana de la carroza para hacerse más entretenidos los viajes del palacio al Parlamento.

Oh, sí, la lectura le subyuga, le enriquece y le hace saborear mundos hasta entonces inimaginados, pero también le hace ver las tareas de cada día como un sosa, absurda y vacía obligación. Y lo peor, leer obliga a pensar y tal vez a plantearse objetivos, ¿quién soy yo? ¿Cuál es mi voz? Si es que tengo una propia.

Después de este libro la envarada Isabel II cae mucho mejor, casi hasta te da pena que sea reina.