Hoy ha llegado el día de hablar de uno de mis cuentitas favoritos: José Maria Merino, lo podéis ver en la foto publicada en el Diario Montañes en agosto pasado.
La foto me ha parecido de lo más oportuna porque me ha sugerido así como un intento de apropiación de la fantasía del autor por parte de unas ávidas "manos" lectoras.
Merino es un meticuloso observador de la realidad y me gusta porque es capaz de recrear mundos fantásticos y ricos partiendo de cosas absolutamente cotidianas: un bonsai, unos músicos tocando en el metro... Lo que me lleva a pensar: "¡Pues claro!, si abro más mis ojos podré ver lo que aparentemente nadie ve". Y, eso, qué queréis, me consuela y me llena de gozo.
Pero además es capaz de condensar un concepto en un pequeño párrafo y una emoción en una sola línea. Sus minicuentos, microrrelatos o "nanocuentos" son para leer una y otra vez.
Creo que fue un amigo quién me leyó alguno de los Cuentos del libro de la noche en plan "esto te va a encantar", y acertó, claro, luego yo solita descubrí Cuentos de los días raros, donde me quedé prendada de "Mundo Baldería"; la historia de un mundo nacido de las novelas que leíamos cuando éramos adolescentes y que... oye... ¡existe de verdad!, aunque vivamos a veces de espaldas a él.
Recientemente ha caído en mis manos La glorieta de los fugitivos. Libro que obtuvo el premió Salambó y que recopila buena parte de los microrrelatos de Merino. Los publicados en Días imaginarios y los ya mencionados Cuentos del libro de la noche, incorpora además La Glorieta miniatura, una historia "cuenteada" sobre teoría del cuento, y otras divertimentos sobre ficción y literatura. Para muestra un botón:
A PRIMERA VISTA
Uno de los principios de jardinería en la Glorieta Miniatura es que el microcuento más largo y el cuento literario más corto tienen la misma extensión, lo que suele confundir incluso a los especialistas.
La glorieta de los fugitivosPag. 207
Edit. Páginas de Espuma. Agosto, 2007
Pero para que veáis lo que quiero decir cuando he comentado que Merino es un autor rico en mundos imaginarios, capaz de abrir en la realidad la puerta de lo fantástico, y hacerlo, además, sin alterar el orden de lo cotidiano, sin violencia, de forma sutil y original, os dejo con:
ECOSISTEMA
El día de mi cumpleaños, mi sobrina me regaló un bonsai y un libro de instrucciones para cuidarlo. Coloqué el bonsai en la galería, con los demás tiestos, y conseguí que floreciese. En otoño habían surgido de entre la tierra unos diminutos insectos blancos, pero no parecía que perjudicasen al bonsai. En primavera, una mañana, a la hora de regar, vislumbré algo que revoloteaba entre las hojitas. Con paciencia y una lupa, acabé descubriendo que se trataba de un pájaro minúsculo. En poco tiempo el bonsai se llenó de pájaros, que se alimentaban de los insectos. A finales del verano, escondida entre las raíces del bonsai, encontré una mujercita desnuda. Espiándola con sigilo, supe que comía los huevos de los nidos. Ahora vivo con ella, y hemos ideado el modo de cazar a los pájaros. Al parecer, nadie en casa sabe dónde estoy. Mi sobrina, muy triste por mi ausencia, cuida mis plantas como un homenaje al desaparecido. En uno de los otros tiestos, a lo lejos, hoy me ha parecido ver la figura de un mamut.
La glorieta de los fugitivos
La foto me ha parecido de lo más oportuna porque me ha sugerido así como un intento de apropiación de la fantasía del autor por parte de unas ávidas "manos" lectoras.
Merino es un meticuloso observador de la realidad y me gusta porque es capaz de recrear mundos fantásticos y ricos partiendo de cosas absolutamente cotidianas: un bonsai, unos músicos tocando en el metro... Lo que me lleva a pensar: "¡Pues claro!, si abro más mis ojos podré ver lo que aparentemente nadie ve". Y, eso, qué queréis, me consuela y me llena de gozo.
Pero además es capaz de condensar un concepto en un pequeño párrafo y una emoción en una sola línea. Sus minicuentos, microrrelatos o "nanocuentos" son para leer una y otra vez.
Creo que fue un amigo quién me leyó alguno de los Cuentos del libro de la noche en plan "esto te va a encantar", y acertó, claro, luego yo solita descubrí Cuentos de los días raros, donde me quedé prendada de "Mundo Baldería"; la historia de un mundo nacido de las novelas que leíamos cuando éramos adolescentes y que... oye... ¡existe de verdad!, aunque vivamos a veces de espaldas a él.
Recientemente ha caído en mis manos La glorieta de los fugitivos. Libro que obtuvo el premió Salambó y que recopila buena parte de los microrrelatos de Merino. Los publicados en Días imaginarios y los ya mencionados Cuentos del libro de la noche, incorpora además La Glorieta miniatura, una historia "cuenteada" sobre teoría del cuento, y otras divertimentos sobre ficción y literatura. Para muestra un botón:
A PRIMERA VISTA
Uno de los principios de jardinería en la Glorieta Miniatura es que el microcuento más largo y el cuento literario más corto tienen la misma extensión, lo que suele confundir incluso a los especialistas.
La glorieta de los fugitivosPag. 207
Edit. Páginas de Espuma. Agosto, 2007
Pero para que veáis lo que quiero decir cuando he comentado que Merino es un autor rico en mundos imaginarios, capaz de abrir en la realidad la puerta de lo fantástico, y hacerlo, además, sin alterar el orden de lo cotidiano, sin violencia, de forma sutil y original, os dejo con:
ECOSISTEMA
El día de mi cumpleaños, mi sobrina me regaló un bonsai y un libro de instrucciones para cuidarlo. Coloqué el bonsai en la galería, con los demás tiestos, y conseguí que floreciese. En otoño habían surgido de entre la tierra unos diminutos insectos blancos, pero no parecía que perjudicasen al bonsai. En primavera, una mañana, a la hora de regar, vislumbré algo que revoloteaba entre las hojitas. Con paciencia y una lupa, acabé descubriendo que se trataba de un pájaro minúsculo. En poco tiempo el bonsai se llenó de pájaros, que se alimentaban de los insectos. A finales del verano, escondida entre las raíces del bonsai, encontré una mujercita desnuda. Espiándola con sigilo, supe que comía los huevos de los nidos. Ahora vivo con ella, y hemos ideado el modo de cazar a los pájaros. Al parecer, nadie en casa sabe dónde estoy. Mi sobrina, muy triste por mi ausencia, cuida mis plantas como un homenaje al desaparecido. En uno de los otros tiestos, a lo lejos, hoy me ha parecido ver la figura de un mamut.
La glorieta de los fugitivos
Pp. 37 y 38
Edit. Páginas de Espuma. Agosto, 2007
3 comentarios:
Leí 'Cuentos de los días raros' y recientemente su selección de leyendas españolas. Un buen cuentista del que tengo ganas de hincar el diente al libro que comentas.
Dejemos las cosas claras: José María Merino es el mejor cuentista español vivo. Y punto.
Glup. No seré yo quién te lo discuta... :-)
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