jueves, 20 de marzo de 2014

DÍA INTERNACIONAL DE LA NARRACIÓN ORAL

    

Hoy es el día internacional de la narración oral, también me han dicho que es el día de la felicidad. Ambas cosas tienen relación; al menos en mi mundo. 

Estaba buscando una cita para poneros aquí y me he encontrado con esta joya que teníamos guardada desde hace tiempo... 

Pidieron una vez a un rabí, cuyo abuelo había sido discípulo del Baal Shem (Tov, el iniciador del hasidismo), que relatará un cuento sobre su maestro. "Un cuento-dijo-, debe ser contado de tal manera que se convierta en una ayuda por sí mismo". Y continuó: "Mi abuelo era cojo. Una vez le rogaron que refiriera un cuento y él describió como el santo Baal Shem acostumbraba a saltar y bailar mientras oraba. Mi abuelo, transportado por sus palabras, se puso de pie y comenzó a brincar y a danzar como lo hacía su maestro. Y desde ese instante curó para siempre su cojera. ¡Es así como un cuento debe ser contado!" (Martin Buber, Cuentos jasídicos: los primeros maestros. Ediciones Paidós, 1993, traducción de Ana Mª G. de Kantor, pp. 17-18)

¡Caray, es así también como un cuento tiene que ser escuchado!




jueves, 13 de marzo de 2014

TAKESHI SHIKAMA

La semana pasada estuve en la exposición que la sala de Gas Natural Fenosa albergó del fotógrafo japonés Takeshi Shikama. La muestra con el sugerente título de Los murmullos del bosque me proporcionó buenos momentos de placer.

Las fotografías están impresas sobre un delicado papel japonés, el Gampi,  que se elabora artesanalmente y que tiene un cierto tono crema. 

Todas son imágenes de árboles, sin gente.  Y fotografías de pequeño formato en espacios  muy diferentes: desde parques naturales del Oeste americano, la costa del Pacífico, Japón..., a parques urbanos como Central Park, en Nueva York, o el Jardín de Luxemburgo, en París. 




El resultado es hipnótico, mágico muchas veces. Esas imágenes nuevas, que parecen antiguas, como de las primeras épocas de la fotografía, nos traen ante nuestros ojos una mirada nueva sobre la naturaleza: los árboles están ahí, en todas partes. Silenciosos. Poderosos. Murmullos del bosque que se pueden oír incluso en las grandes ciudades por debajo del rumor de los coches y entre los edificios pretenciosos que quieren ser más altos que ellos. No necesitan hacer nada. No necesitan imponerse. Simplemente son.

Por eso es tan impresionante que Takeshi Shikama coloque la cámara entre ellos. No necesita imprimir en un formato muy grande. Las fotos son un poco mayores que un folio. Lo que en un principio me decepciono,  luego me encantó. Es como si me hubieran puesto las fotos a la altura de los pies y hubiera tenido que agacharme para mirarlas: tan acostumbrados siempre a tener todo a la vista, que miramos sin ver.