miércoles, 19 de febrero de 2014

POR QUÉ NO ESCRIBIMOS

A menudo, incluso a los que nos gusta escribir no escribimos, ¿por qué? 



También en esto las razones, o excusas, pueden ser muy variadas: porque se nos ha acabado la inspiración (ya se sabe: la temida hoja en blanco); porque no tenemos tiempo en el día a día con el trabajo diario que nos absorbe; porque somos muy perfeccionistas y nada de lo que hacemos nos convence, y una muy común y muy poderosa: la postergación. Esto que nos decimos de... "sí, voy a escribir esto y lo otro, pero empezaré mañana". Aunque ese mañana nunca llega.

En mi caso he abusado mucho de la cuestión de la perfección: la necesidad de que lo que escriba esté bien escrito. Pero en realidad, un buen amigo me dijo una vez: "¿Tienes algo que decir? Pues dilo". Y es verdad. Cuando he tenido una historia que contar, la he contado sin parar, y luego ya me he preocupado de pulir y repulir, porque escribir es reescribir. 

Más difícil es lidiar con la postergación, o como se dice a menudo, copiando del inglés: la procastinación (y mira que es fea la palabra). Porque ahí ya no te dices que no vas a escribir, te dices que lo harás, pero te mientes a ti mismo, te autoengañas.

No es que escribir sea una obligación, tal vez no lo sea, aunque para muchos de nosotros es un desahogo, un reto, y el no hacerlo nos priva de muchas cosas, sobre todo cuando no lo hacemos por miedo, por pereza o por negar nuestra propia sensibilidad. 

Hace poco he visto una película que recomiendo por completo, La gran belleza de Paolo Sorrentino. El protagonista es un escritor que ya no escribe, o que no escribe mucho, y cuando le preguntan por qué, él contesta "salgo mucho por la noche". Puede parecer una tontería o una salida de tono, pero a mí me pareció una respuesta acertada y nada irónica, porque en el caso del protagonista, Jep Gambardella, no deja de ser cierta. También podía haber dicho que estaba buscando "la gran belleza". Pero eso no deja de ser una percepción subjetiva; la búsqueda de un Todo se parece bastante a la búsqueda de Nada y es muy fácil perderse en el camino con tantas distracciones como existen. 

Pinchando aquí podéis ver el trailer en español, una buena distracción para no escribir...

Creo que está bien saber por qué no se escribe, ser consciente y saber si es por miedo (a veces el afán de perfeccionismo no es más que miedo); o por falta de voluntad; o por no tener una buena historia; este conocimiento puede hacer que se produzca un cambio. 

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