domingo, 22 de julio de 2007

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS

Contar historias y escuchar historias tiene mucho que ver con el punto de vista: la perspectiva del narrador, del que recibe las imágenes y el de los propios personajes de la historia.
Muchas veces he comentado que contar cuentos es para mí la mejor terapia porque me libera de mi misma durante un ratito. Sí, es una cuestión de higiene mental, durante un lapsus de tiempo me olvido de que existo porque estoy sumergida en las historias de otros y cuando vuelvo a mirarme el ombligo resulta que vuelvo enriquecida y relajada.

Acabo de terminar de leer un libro contado desde la óptica de un niño. Es el hijo de un nazi, aunque nunca se dice, toda la historia está contada desde el punto de vista de un explorador de nueve años. El niño viaja junto a su familia a "Auchviz" y contempla con curiosidad el mundo, tan lejano a él, que hay tras una enorme alambrada.

Esto es lo que un día vio Bruno cuando se atrevió a acercarse adonde no le dejaban hacerlo...


EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS
John Boyne
Pag. 105-107
Edit. Salamandra

Cuando llevaba casi una hora andando y empezó a tener hambre, pensó que quizá ya había explorado suficiente por aquel día y que debería volver. Sin embargo, en ese preciso instante apareció a lo lejos un puntito y Bruno entrecerró los ojos para distinguir que era. Recordó un libro que había leído, en el que un hombre se perdía en el desierto y, como llevaba varios libros sin comer ni beber nada, imaginaba que veía fabulosos restaurantes y enormes fuentes, pero cuando intentaba comer o beber en ellos estos desaparecían y sólo encontraba puñados de arena. Se preguntó si sería aquello lo que le estaba pasando a él.

Pero mientras lo pensaba, sus piernas, que no paraban de moverse, lo iban acercando más y más a aquel punto, que entretanto se había convertido en una manchita y empezaba a dar muestras de convertirse en un borrón. Y poco después el borrón se convirtió en una figura. Y entonces, a medida que Bruno se acercaba más, vió que aquella cosa no era ni un punto ni una manchita ni un borrón ni una figura, sino una persona.

Y que aquella persona era un niño.

Bruno había leído suficientes libros de aventuras para saber que uno nunca podía estar seguro de qué iba a encontrar. La mayoría de las veces los exploradores tropezaban con algo interesante que sencillamente estaba allí, sin molestar a nadie, esperando a que lo descubrieran (por ejemplo, América). Otras veces descubrían algo que seguramente era mejor dejar en paz (como un ratón muerto en el fondo de un armario).

El niño pertenecía a la primera categoría. Estaba allí sentado, sin molestar a nadie, esperando a que lo descubrieran.

Bruno aminoró el paso cuando vió al niño que antes era una figura, que antes era un borrón que antes era una manchita que antes era un punto. Aunque los separaba una alambrada, él sabía que debía tener mucho cuidado con los desconocidos y que siempre era mejor abordarlos con cautela. Así que siguió andando; poco después se encontraban uno frente al otro.

- Hola - dijo Bruno.
- Hola - contestó el niño.


Y como siempre lo más importante es dar el primer paso y atreverse a explorar mundos desconocidos. Eso sí, también como siempre, el éxito nunca está garantizado.

Espero que os guste el libro.

Helena

4 comentarios:

Lidia - Nutricionistas dijo...

La película es buena, sin más.
Se desarrolla de una manera fría y con demasiados saltos inconexos, que pueden ser debidos a la adaptacion del libro en el que la historia no está redactada con un único hilo conductor. Si no hubiese leído el libro antes de ver la película, no se qué sensaciones me habría producido ni la valoración que le hubiese dado. Supongo que será inevitable estar continuamente comparándola cn el libro.
Hay cosas que faltan y otras a mayores del libro, que cuento en el spoiler lo que opino de ellas.
De todas formas considero que el final de la película es más emocionante que el del libro, puesto que "una imagen vale más que mil palabras" y el poder ver plasmadas las caras de los protagonistas hace que sientas más emociones. Por lo demás, mucho más completo el libro.

Helena y José Manuel dijo...

Gracias, Lidia, por tu comentario.

No hemos visto la película. La verdad es que después de leer el libro, no me apetecía demasiado.

Me parece muy interesante lo que comentas del final. Todavía tengo fresca cómo termina la historia y supongo que se podría contar con una imagen potente.

Rosa - Tiendas de animales dijo...

Un libro que me hizo sentir un monton de cosas diferentes, algo que hacia mucho tiempo no conseguia ninguno. Una excelente narracion con mucho ritmo y que no deberia dejar indiferente a nadie. Fantastico sin duda.
Eso si, la peli me defraudo bastante y pensaba que con esa historia no lo haria, pero deja bastante que desear... podian haber sacado mucho más.

Calcicolina dijo...

Un libro sin duda devorable, se me hizo corto y me meti de lleno en el, una lectura rapida y con muchos alicientes.
Un saludo