miércoles, 6 de febrero de 2008

URSULA K. LE GUIN Y LA IMPORTANCIA DE NARRAR

Reproduzco a continuación, adaptándolo un poco, un segmento de un e-mail que le mandé a Helena el año pasado y que tiene que ver con la obra de Ursula K. Le Guin, una escritora que me fascina, y que comenzó a interesarme cuando supe que era hija de Alfred Kroeber (1876-1960), uno de los grandes antropólogos estadounidenses. Fue la lectura de un ensayo sobre Le Guin de la escritora canadiense Margaret Atwood (a la que admiro mucho), publicado en 2003 en The New York Review of Books lo que hizo que me dicidiera a zambullirme en The Left Hand of Darkness, la primera gran novela de Le Guin, que me entusiasmó. He aquí lo que en su día le escribí a Helena:




"Más que ciencia-ficción, Le Guin lo que escribe es antropología-ficción. No en vano es hija de Alfred Kroeber. Sus sociedades imaginarias son tan verosímiles que, cuando terminas el libro, te cuesta creer que has estado leyendo una ficción. La típica ciencia-ficción de cohetes, robots, y similares nunca me ha entusiasmado, pero pienso que, de la mano de un escritor con imaginación y talento, las sociedades imaginarias y las visiones inteligentes del futuro pueden dar lugar a reflexiones muy profundas sobre la condición humana. En sus ficciones sobre los mundos lejanos fruto de su imaginación, Le Guin nos está hablando siempre de nuestro mundo, ahora.


Me gustó especialmente su novela The Telling (2001, traducida al castellano como El relato, Barcelona, Minotauro, 2002 ), que narra lo que le sucede a una antropóloga que estudia la sociedad de un planeta que, cuando fue contactado por primera vez, tenía una cultura de una gran riqueza, poco interesada en los avances tecnológicos, y cuya esperitualidad se expresaba, sobre todo, en una escuela de pensamiento (similar al taoísmo) llamada "the Telling" (que en inglés significa tanto el acto de narrar como lo narrado, por eso la mejor traducción sería "la narración"). Cuando la antropóloga llega al planeta, décadas después de ese primer contacto, descubre que la sociedad ha cambiado radicalmente, después de sufrir una de convulsión muy similar a la "revolución cultural" maoísta.


Empeñados en modernizar el planeta a toda costa, los nuevos gobernantes han destruido todo lo que tenía que ver con el pasado (monumentos, libros, etc.) y, por supuesto, han erradicado "the Telling". La antropóloga descubre, sin embargo, que en algunas remotas rurales, "the Telling" sobrevive de forma soterrada. El libro está repleto de reflexiones extraordinarias sobre la importancia del narrar, y sobre la relación entre relato y memoria. He aquí un ejemplo:

[La narración] -le dice a la antropóloga uno de sus informantes- es todo lo que tenemos. ¿Te das cuenta? Es nuestra forma de tener el mundo. Sin la narración, no tenemos nada en absoluto. El instante pasa como el agua del río. Tropezaríamos, daríamos tumbos, estaríamos indefensos, si intentáramos vivir en el instante. Seríamos como un bebé. Un bebé puede hacerlo, pero nosotros nos ahogaríamos. Nuestros espíritus necesitan contar, necesitan el relato. Para agarrar. El pasado ha quedado atrás, y en el futuro no hay nada a lo que asisrse. El futuro todavía no es nada. ¿Cómo podría alguien vivir allí? Así, lo que tenemos son las palabras que cuentan lo que sucedió, y lo que sucede. Lo que fue y lo que es. (The Telling, Nueva York, Ace Books, 2003, p. 124)
Aunque situado en un mundo lejano e imaginario (¡pero muy plausible!) esto se refiere a nuestra propia necesidad de narrar. The Telling me gusta también porque describe de un modo muy realista los gozos y las frustraciones del trabajo de campo."

Hasta aquí lo que le escribí a Helena en su día. No se me ocurre ahora nada que añadir, salvo la dirección de la web de Ursula Le Guin, de la que he tomado la fotografía que ilustra esta entrada:

http://www.ursulakleguin.com/UKL_info.html


3 comentarios:

Juanma dijo...

La maoización y la política quedan mucho mejor reflejadas en la otra obra culminante de Le Guin: Los desposeídos, que te recomiendo sin paliativos.

Me encanta que repares en algo que, al menos desde mi perspectiva de friqui criado con lecturas friquis, no suele reparar el lector habitual de Le Guin: era hija de antropólogos. Cuando me enteré, me quedé muy pegado, porque siempre había tenido al alcance de la mano un libro que había en las estanterías de mi hermano, y lo había ojeado en alguna ocasión: Ishi, el último de su tribu, de Theodora Kroeber, la madre de Ursula.

En el Gigamesh número 44 saqué un artículo maravilloso de Ursula sobre antropología, indios y los nombres de las cosas: "Una visión no euclidiana de California como un lugar frío para vivir". Si Helena no lo tiene, ya te lo conseguimos Álex o yo. Presiento que te va a encantar.

El relato me parece menor, pero es un muy buen resumen de todas las preocupaciones de la Ursula madura.

Anónimo dijo...

Conozco "Los desposeídos", que leí hace unos años, pero no termino de ver la conexión con el maoísmo. Si no recuerdo mal, Anarres es una sociedad más bien estilo ácrata, a lo Bakunin. La novel es, sin duda, una extraordinaria incursión en el género utópico/distópico (¿se dice así?), que ella ya había explorado en una novela que no sé si se he traducido al castellano, "The Lathe of Heaven", que fue lo primero de UKL que leí.

La madre de Ursula fue una notable escritora, sobre todo por el libro sobre Ishi aunque, por desgracia, en España lo único que se conoce es una novelita infantil que ella misma escribió basándose su libro "Ishi en dos mundos". Es incomprensible que este clásico no se haya traducido aún al castellano. Theodora también escribió una conmovedora semblanza de su marido, Alfred Kroeber ("Alfred Kroeber: A personal configuration", 1970).
No conozco ese artículo que mencionas,creo que no está en las recopilaciones de ensayos de UKL que tengo. Sobre California (concretamente el valle de Napa) y esas cuestiones versa el libro (difícil de englobar en un género concreto) "Always Coming Home", que no sé si ha traducido. Yo tengo la primera edición, que va en un estuche y lleva un casette con música del pueblo descrito en el libro, una cultura que vivirá en el valle de Napa dentro de varios milenios.

En general, de UKL me gustan sobre todo las novelas y relatos del llamado "ciclo Hain". El ciclo de Terramar no lo conozco. Recientemente, inició un nuevo ciclo juvenil, "Anales de la Costa Occiental", de la que han salido ya tres novelas. He leído las dos primeras, y m e han gustado.
Respecto a "The Telling", no creo que sea una obra menor. Más bien creo que contiene, en clave narrativa, muchos de los elementos de la ética/estética que rige su obra.

Juanma dijo...

Coorrecto, me pillas en un renuncio con respecto a la orientación política de Los desposeídos: eran anarquistas, no maoístas.

No te pierdas el ómnibus que acaba de sacar Minotauro con tres de las novelas clave de Ursula K. Le Guin:

http://www.scyla.com/libros/612/biblioteca_ursula_k_guin/ninguna/mundos_ursula_k_guin

The Lathe of Heaven está traducida como La rueda del cielo, pero está bastante inencontrable. Edhasa está reeditando fondo antiguo en bolsillo, así que no pierdo las esperanzas de que la terminen sacando prontito.

Pues lo que te decía: algún día que coincidamos, o que quedemos con Helena, Álex o yo tenemos que llevarte ese especial Ursula K. Le Guin que salió en Gigamesh. Seguro que lo vas a disfrutar. :)